Te escribo esto, pero no quiero que lo leas, aunque sí que lo sepas. No me pasa nada con vos, pero se me pasan mil cosas por la cabeza. Lo que pienso de vos, va más allá de cualquier idea relacionada con sexo, sabelo. No te quiero, pero quiero que sepas que cada dia lo hago un poco más. No necesito que estés conmigo, pero necesito que estés a mi lado y que de vez en cuando me sonrías, para saber que seguis estando a cada segundo. No quiero besarte, pero si necesito que me abraces, que me abraces fuerte y me hagas sentir chiquita en el universo de tus brazos, mientras voy creciendo por dentro. Volvería de nuevo a conocerte, lo cambiaria todo para reconstruirlo y volver a vivir la sensación de verte por primera vez. Viviría las carencias, los miedos, la incertidumbre del día siguiente, los viajes a ninguna parte, cada segundo, cada instante. Lo cierto es que hoy me toca entre otras cosas: cargar el peso de las palabras que dije, soñar el sueño de soñar menos, y ponerme triste por descubrir que la vida no puede ser una fiesta que dura toda la vida. Hoy, que tengo el descaro de estar consciente de lo que soy, tengo ganas de formar parte de vos. Quiero que te des cuenta de que estoy aca, pero no a tu lado. Pero, aunque quiera alejarme de vos, cada vez me estoy acercando más. Porque por la noche no me acuerdo de vos, pero, es curioso, sueño con vos y que estás conmigo. Tengo la necesitad de hablarte, pero no de que me escuches, por eso te escribo aca, porque no quiero que lo leas, pero sí que lo sepas. ¿Cómo pretendo que lo sepas sin leerlo?. Fácil. Te lo digo cada día con la mirada, todo el tiempo. No estoy enamorada de vos, pero me atraes sin querer. Porque no te extraño, pero siento un gran vacío cuando veo que te vas, cuando veo que te alejas sin poder correr detrás tuyo. No te quiero, pero quiero que sepas algún día, que escribí estás palabras, por que en el fondo, estoy loca y muriendo de ganas de quererte.